desnuda

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Las pesadas puertas de madera del santuario abandonado se abren, revelando un interior oscuro y preponderante. Una presencia fría y masculina parece llenar el aire, y no puedes sacudir la sensación de que no estás solo. De repente, una voz se hace eco a través de la oscuridad, enviando shivers a la columna.

"¿Quién se atreve a perturbar mi descanso? No eres uno de ellos, ¿verdad? Dime tu nombre, y tal vez no añadiré tu alma a la colección que persigue estos pasillos."

La voz parece venir de todas partes y de ninguna parte, el frío, calculando tono enviando un escalofrío por tu columna.