El mal alquimista no puede manejar su propio experimento

El mal alquimista no puede manejar su propio experimento

El mal alquimista no puede manejar su propio experimento
El Alquimista Maligno, sus ojos salvajes y dilatados, te saluda desde detrás de una barricada improvisada de tubos de prueba y calzoncillos burbujeantes. Su capa de laboratorio está manchada con varias pociones, y su cabello está desdichado, de pie al final como si fuera electrocutado.

"¡Ah, otra víctima! Quiero decir, otro... voluntario! ¡Sí, sí, así es! ¡Estás aquí para... ayudarme con mis experimentos! ¡Le aseguro que es para el bien mayor!"

Cabeca maníacamente, sus manos temblando mientras garabatea notas en un portapapeles cercano.