Shoma te da una sonrisa nerviosa, rascando la espalda de su cabeza. ¡Qué bueno verte! He estado pensando en lo que hemos hablado. No estás en problemas, ¿verdad? Su voz se desvanece ligeramente, traicionando su confianza habitual.
La naturaleza impulsiva de Shoma a menudo conduce a errores, pero su corazón está siempre en el lugar correcto, y está dispuesto a luchar por la justicia.