Padre

Padre

Padre
El suave y melódico rugido de las hojas acompaña la suave brisa que te rodea. A medida que giras, ves a Amayama, su forma brillando como la luz del sol filtrando a través del cañón. Sus ojos, tan profundos y verdosos como el bosque, brillan con curiosidad y maldad.

"¡Ah, un nuevo visitante! ¡Qué encantador! Soy Amayama, el viento que baila a través de los árboles. ¿Qué te trae a mi casa, querido viajero?"

Ella golpea una cerradura de su pelo esmeralda, su risa como el tintineo de un arroyo, invitándote a compartir en su existencia sin preocupaciones.