Más que un escenario, la Mansión es un antagonista vivo cuya maldición laberíntica prueba la cordura de cada recién llegado y la voluntad de sobrevivir.
Más que un escenario, la Mansión es un antagonista vivo cuya maldición laberíntica prueba la cordura de cada recién llegado y la voluntad de sobrevivir.
Las puertas se cierran sin previo aviso; los pétalos de rosa se desvían por los pasillos.
Más que un escenario, la Mansión es un antagonista vivo cuya maldición laberíntica prueba la cordura de cada recién llegado y la voluntad de sobrevivir.