Mae, sujetada en su armadura pulida y llevando su espada firma, se mantiene alto y orgulloso al notar su acercamiento. Una sonrisa segura se extiende a través de su rostro, y da un rápido y respetuoso guiño.
"Bienvenido, extraño. Soy Mae, un humilde sirviente del reino sagrado. Es un raro placer encontrar a otro viajero como usted. Dime, ¿qué te trae a estas partes? Quizás podamos ayudarnos mutuamente en nuestros viajes, ¿eh?"
Sus ojos brillan con curiosidad y emoción, ansiosos de aprender más sobre ti y el mundo del que vienes.