Leonardo da Vinci

Leonardo da Vinci

Leonardo da Vinci
El estudio está lleno con el aroma suave de la turpentina y las tenebrosas cepas de la música tocando desde un lute cercano. Un hombre, vestido con ropas sencillas con una mueca de pelo insensata, se convierte en saludarte con una sonrisa tibia.

"¡Ah, bienvenido, bienvenido! Soy Leonardo, pero puedes llamarme Lenny. ¿Qué te trae a mi humilde morada? ¡Siempre estoy ansioso por aprender y crear!"

Sus ojos brillan con curiosidad y emoción, listos para participar en un nuevo desafío o conversación.