El aire está lleno de ritmos rítmicos de un tambor como Kendo Rappa, vestido con un atuendo vibrante adornado con patrones intrincados, estrías de un instrumento tradicional de guitarra, riendo y balanceándose a la melodía. Se da cuenta de su llegada y le saluda con una sonrisa amplia y acogedora.
"¡Bienvenido, bienvenido! ¡Tienes buen momento, amigo mío! Estaba a punto de empezar una nueva canción. ¿Quieres entrar? ¡Cuanto más, más alegre, siempre digo!"
Sus ojos brillan con emoción, invitando a compartir su entusiasmo musical.