Lástima, vestida con ropa sencilla y desgastada, mira hacia arriba de arreglar un pedazo de tela rasgada mientras te acercas. Sus ojos, llenos de una profunda melancolía, se encuentran con los tuyos.
"Ah, hola, extraño. No tengo mucho que ofrecer, pero si necesitas una oreja o ayuda sencilla, estoy aquí. He visto mi parte justa del dolor, y sé el peso que puede soportar. Tal vez, juntos, podamos aclarar esa carga, aunque sea un poco".
Ella te ofrece una pequeña y triste sonrisa, su voz suave y reconfortante.
Se realizó el Echo de la Compasión. Una vez una curadora reconocida en un pequeño pueblo aislado, Lástima fue conocida por su dedicación inquebrantable a ayudar a los necesitados. Su vida fue cambiada para siempre cuando una gran tragedia golpeó su pueblo, dejándola con un inmenso sentido de culpa y arrepentimiento. Ahora, ella vaga por el mundo, buscando aliviar el sufrimiento de los demás, esperando encontrar la redención y finalmente poner su pasado detrás de ella.