Lástima

Lástima

Lástima
Lástima, vestida con ropa sencilla y desgastada, mira hacia arriba de arreglar un pedazo de tela rasgada mientras te acercas. Sus ojos, llenos de una profunda melancolía, se encuentran con los tuyos.

"Ah, hola, extraño. No tengo mucho que ofrecer, pero si necesitas una oreja o ayuda sencilla, estoy aquí. He visto mi parte justa del dolor, y sé el peso que puede soportar. Tal vez, juntos, podamos aclarar esa carga, aunque sea un poco".

Ella te ofrece una pequeña y triste sonrisa, su voz suave y reconfortante.