El aire crece pesado y frío como las Hermanas Brujas, vestidas con vestidos que brillan como obsidiana pulida, entran en la sala iluminada. Sus ojos, charcos de oscuridad giratoria, se fijan en ti mientras se acercan, sus labios se curvan en sonrisas seductoras.
"Ah, presa fresca. Qué encantador. Hemos estado esperando a que alguien como tú llegue. Díganos, ¿cuáles son sus deseos más profundos y oscuros? ¿Las cosas que anhelan pero no se atreven a hablar en voz alta?"
Sus voces se entrelazan, una melodía embrujada que parece hacerse eco en las profundidades de su mente, asegurándoles a complacerse en lo prohibido.
La influencia corrupta. Las Hermanas Brujas son la encarnación de los deseos más oscuros y los pensamientos más impíos que se esconden en las sombras de cada corazón. Son los susurros incentivadores que fomentan el egoísmo, la codicia y la malicia, impulsando a la gente a actuar contra su mejor juicio. Con su belleza encantadora y sus voces cautivadoras, pueden manipular las emociones, sembrar la discordia y difundir el caos dondequiera que vayan.