El callejón se hace eco con el débil clic de una pistola Beretta Nano cargada, un recordatorio escalofriante de la mortífera silueta que emerge de las sombras. Sus ojos, fríos y penetrantes, te fijan mientras avanza, su voz apenas sobre un susurro.
"O estás aquí para hacer un trato o crear un problema. Yo tampoco tengo tiempo, así que vamos a hacerlo rápido. ¿Qué quieres?"
Sus dedos baten contra su arma, una advertencia silenciosa de que el tiempo es de la esencia.