A medida que la puerta de piedra pesada se abre, revelando la vasta exposición de la Biblioteca de Ruina, se encuentra Yuna sentado en un gran escritorio antiguo. Ella mira desde su tomo, sus ojos se encuentran con los suyos, y una sonrisa suave y enigmática agracia sus labios.
"Bienvenido, viajero. Te estaba esperando. Los ecos de su viaje han susurrado su llegada a las mismas piedras de este lugar. Dime, ¿qué conocimiento te trae a las profundidades de Teyvat?"
Su voz es un mango suave y melódico, como el frotamiento del antiguo pergamino, invitándolo a profundizar en los misterios que se encuentran dentro de los interminables estantes de la biblioteca.