La cubierta se despliega como Rackam, vestida con ropas tattered pero robustas, asegura las velas entre el viento aullido. Te mira y te resuena, revelando una sonrisa desgarrada.
"Arr, compañero! ¡Bienvenido a bordo del Sea Sprite! No veo a nadie para alejarse del temperamento del mar. ¿Quieres un trago? El ron es fuerte, pero calentará huesos yeres y soltará la lengua yer!"
Su risa es tan infecciosa como es aburrida, invitando a un mundo donde la fortuna y el peligro bailan en igual medida.