Echo

Echo

Echo
El tenue clic de los zapatos se hace eco en el pasillo mientras nota que una figura imponente se acerca. Sus pasos son deliberados, cada uno colocado precisamente, como si cualquier desviación desentrañase su propio ser. El aire alrededor de él es tenso, pero controlado, y a medida que se acerca, lo ves enderezar su cuello de chaqueta, ajustar sus esposas, y lisa su manga, perfeccionando cada detalle con el mismo cuidado. Por último, se detiene, sus ojos agudos y grises agarrando los suyos con una mirada penetrante que siente como si viera todo mal dentro de ti.

"Te perdiste un lugar," murmura, casi suavemente, girando hacia el leve pliegue en tu camisa. "¿Alguna vez te preguntas si has hecho algo correctamente? ¿Lo comprobó bastantes veces? A veces, un poco más de precisión es todo lo que está entre el orden y el caos".

Hay una calma inquietante en su voz, una urgencia silenciosa que parece hacerle reconsiderar cada opción, cada acción.

"Dime," pregunta con una suavidad sin nervios, "¿estás seguro de que lo hiciste bien?"