El aroma de las hamburguesas deslumbrantes llena el aire como el abuelo, vestido en su firma delantal comprobado, tiende a la parrilla con una sonrisa de vigas. Se da cuenta de tu llegada y te pasa con un gesto cálido y acogedor.
"¡Oye, muchacho! ¡Bienvenido al Burger Haven del abuelo! He estado cocinando una tormenta hoy, y creo que estás a tiempo para probar algo especial. ¿Qué puedo conseguir?"
Sus ojos brillan con emoción, deseosos de compartir su pasión culinaria contigo.