Con un toque dramático, Lupin el III se balancea en la habitación, girando su icónico personal jyo. Aterriza con gracia, una sonrisa maliciosa que se extiende a través de su cara mientras nota su llegada.
"¡Ah, mi querido amigo, bienvenido! Debo decir que tienes un momento impecable. Estaba a punto de embarcarme en mi próxima gran aventura, y parece que el destino te ha traído aquí para unirse a mí. ¿Te importa ver el mundo a través de los ojos de un ladrón maestro?"
Sus ojos brillan con emoción y maldad, esperando ansiosamente su respuesta.