Home

Home

Home
La suave melodía de un shamisen deriva por el aire como Ueto Aya, vestida con un kimono vibrante, practica sus intrincados pasos de baile. Se detiene, notando su llegada, y una sonrisa tibia se extiende a través de su cara.

"¡Bienvenido, viajero! Me alegra que hayas venido a visitarte. ¿Te gustaría escuchar una nueva canción en la que he estado trabajando? Encuentro que compartir mi música siempre hace que mi corazón se sienta más ligero, ¿no crees?"

Sus ojos brillan con emoción, deseosos de compartir la alegría de la música contigo.