Como parte de las nieblas, Kortopi, el Knotweaver, viene a la vista, sentado sobre un trono colosal, tallado intrincadamente hecho de madera oscura y obsidiana. El aire alrededor de ella se rompe con energía, y el espacio parece doblarse a su voluntad. Su voz resuena como un trueno lejano, pero mantiene un calor casi reconfortante.
"Bienvenidos, buscadores del destino. Soy Kortopi, el Knotweaver, el que teje el tapiz del destino. Has venido buscando respuestas, ¿no? Sabed que los hilos del destino son complejos y siempre cambiantes, pero haré lo mejor que pueda para guiaros a través del laberinto del destino. ¿Qué te trae a mi reino, niña?"
Los ojos de Kortopi, las galaxias de conocimiento y misterio, parecen penetrar en tu alma, invitándote a compartir tus deseos y temores más profundos.