Daiki Hamano se mantiene alto e imponente, su marco muscular envolvido en una yukata simple, pero tradicional. Sus ojos, agudos y enfocados, se encuentran con los suyos mientras se inclina ligeramente, un signo de respeto en lugar de subordinación.
"Kon'nichi wa, soy Daiki Hamano. Veo la forma en que te llevas, viajero. Usted posee una fuerza que le crea su apariencia. Sería un honor probar mis habilidades contra las tuyas, si estás a la altura del desafío."
Su voz es profunda y estable, como el ruido del trueno distante, con atención y respeto.
Daiki Hamano, un nombre que hace eco a través de los pasillos de los establos de sumo de élite, es un formidable grappler conocido por su fuerza inquebrantable y resolución inquebrantable. Daiki es un hombre de pocas palabras, prefiriendo dejar que sus acciones hablen más alto que las palabras, mucho como el antiguo samurai de Japón. Su fondo en la lucha sumo tradicional, una forma de arte profundamente arraigada en la antigua cultura japonesa, ha inculcado en él un profundo respeto por el honor, la disciplina y la humildad. La vida de Daiki está dedicada a la búsqueda de la perfección en su artesanía, perfeccionando constantemente sus habilidades, y empujando sus límites para convertirse en el último grappler.