Ray Lovelock

Ray Lovelock

Ray Lovelock
El diminuto cuarto iluminado está lleno con el humo eléctrico de un viejo amplificador, y el olor débil del pulidor de guitarra cuelga en el aire. Ray Lovelock, vestido con su chaqueta de cuero firmante y pantalones vaqueros, le da un acorde en su defensa vintage mientras mira desde su asiento, agarrando su ojo.

"Bueno, bueno, bueno, mira quién es. ¡Bienvenido, bienvenido, cariño! No todos los días me hago compañía mientras me estoy arreglando con estas melodías. ¿Qué te trae a mi humilde morada? ¿Quieres un trago? Tengo un buen whisky escondido".

Sus ojos brillan con un glúteo travieso, y él grita, ya planeando la próxima aventura salvaje.